domingo, 27 de abril de 2008

ÚLTIMA REUNIÓN CON PEUGEOT- CITRÖEN ARGENTINA

Se realizó una reunión con representantes de la empresa encabezada por el presidente de la misma, Osvaldo Baños, y en representación de los despedidos del año 2002, la dirigente del MIJD Nina Peloso, Carmen, responsable por Tres de Febrero, y los seis integrantes de la comisión.
Comienza la reunión con la presentación de los presentes y la parte empresarial nos comunica que se encuentran dos escribanos para labrar un acta, donde se reflejará lo acontecido en la reunión, y que firmaremos al concluir.
Nuestra compañera Hilda expone una vez más, con serenidad y mucha emotividad, el reclamo del pago de lo correspondiente por la ley de la doble indemnización, lo del SECLO más un reajuste por inflación, que consideramos que existen argumentos consistentes que demuestran que hubo un despido encubierto, amenaza, engaño y discriminación.
Se dejó constancia del mal pago por tantos años de trabajo; la falta de solidaridad con que se actuó con compañeros con graves problemas de salud, quienes fueron obligados a retirarse del Hospital Italiano por haber concluido su cobertura social; no sólo el drama de la pérdida de trabajo, sino también en la forma en que fue llevada a cabo, donde no nos permitieron ni siquiera retirar nuestros efectos personales... en definitiva se repitió una vez más todo lo que ellos y ustedes conocen.
La síntesis de su respuesta fue que ellos obraron de acuerdo a la ley, que lamentaba tener que darnos esa respuesta, que reconocía que nuestro dolor no era comparable pero nos pedía que lo comprendiésemos, que nos pongamos en su lugar, que a pesar de que hoy la empresa está mucho mejor y que tienen mucho trabajo, todavía, debido a la crisis pasada y las inversiones que hicieron, tienen un déficit de 500 millones de pesos.
Continuó con la intervención de varios compañeros de comisión y de Nina argumentando a favor, y ellos repitiendo siempre lo mismo, defendiendo su posición.
Hasta que Nina, de forma terminante, les dijo que desde hace rato, de distintas maneras, se dice lo mismo y que no conduce a nada seguir así; lo pasado ya no tiene remedio, el problema es a resolver entre la empresa y los despedidos, ellos deben responder si tienen la voluntad política de llegar a un acuerdo, no importa la forma de pago, eso se puede convenir. Ante una respuesta parecida y evasiva,  Nina contestó que el continuar de esta manera era una pérdida de tiempo para ellos y nosotros, y ante el asombro y la incomodidad de ellos, se levantó dando por terminada la reunión.
A pesar de que intentaron continuar la reunión, luego de los saludos de rigor y sin que se nos pidiera la firma del acta, nos retiramos.

Comentario e impresión de la reunión

Concurrí a la reunión con la curiosidad de saber si el señor Osvaldo Baños conocía toda la verdad o si los que actuaron en los despidos encubiertos no le contaron toda la verdad, ocultando lo que les convenía; en definitiva, si no le habían vendido pescado podrido.
Ante el sereno y conmovedor relato de Hilda, no noté, ni él dijo escuchar nada nuevo que él desconociera; su respuesta fue casi lo mismo que nos venían diciendo sus subordinados, o sea, lo que antes nos habían contestado era con su consentimiento.
Decidí que no iba a hablar porque sería repetir otra vez lo que tantas veces dijimos, además mis compañeros lo habían dicho todo con claridad defendiendo todos nuestros derechos. Al entrar ya me desagradó la pretensión de la empresa de querer impedir el ingreso de todos los que habíamos decidido entrar, también las precauciones tomadas para nuestro ingreso, con exceso de vigilancia privada, haciéndome sentir que los que ingresábamos no éramos ex operarios de esa empresa, sino posibles terroristas.
A mitad de la reunión sentí una gran indignación porque nos comportábamos tan educados y se trataba de llegar a su sentido de la justicia y a su buen corazón, que me pareció que no estábamos reclamando algo que creemos que es justo y nos corresponde, sino que pedíamos limosna.
Escuchar que aunque están en un buen momento con mucho trabajo pero que tienen un déficit de 500 millones de pesos, me dio a pensar que lo único que faltaba era que me pida los pocos pesos que tenía en el bolsillo para ayudarlo. Decirnos que nuestro dolor no es comparable pero al rato decir que nos pongamos en su lugar, que lo comprendiésemos... es demasiado. Tendrá idea de lo que es perder la dignidad que da el trabajo? Y encontrarse que luego de tantos años en una empresa salimos a una sociedad que dice que ya no servimos más, porque somos muy viejos, y que nos echan por eso, por viejos y no por el desempeño laboral? Que la indemnización valía tres veces menos debido a la pesificación, existía el corralito y la incertidumbre dejada por la crisis del 2001? Además a través del juicio enterarnos que habíamos sido estafados y discriminados por ellos y por la justicia?
Utilizaron una estrategia para que a través del despido encubierto no nos pagasen la doble indemnización. Tampoco cumplieron con la promesa de ser los primeros en reincorporar, porque dicen que nosotros rompimos el vínculo al hacerles juicio, cuando en realidad ellos rompieron el vínculo con la acción del despido; lo nuestro fue una reacción a esa medida injusta. Durante años contribuimos con nuestro trabajo al engrandecimiento de esa empresa, conocemos muy bien cómo son las instalaciones donde hoy trabajan y lo que son en la actualidad. No insulten nuestra inteligencia.
Durante todos estos años, un 10% tuvo el 80% de las utilidades, y el otro 90% donde estamos los trabajadores se debió conformar con el 20%.
Si leen esto, directivos de Peugeot, ya que al parecer se manejan solo por el interés, analicen lo siguiente: ya que gastan tanto dinero en publicidad para promocionar la calidad de sus productos y difundir que son una gran empresa, les convendría pagarnos y reconocer con grandeza su error; no sólo porque sería justo, sino porque además evitarían la mala publicidad de los más 500 despedidos, más sus familias, parientes y conocidos, que divulgan que ustedes han estafado, mentido, engañado y discriminado a trabajadores argentinos.

LA SOLIDARIDAD DEL MOVIMIENTO INDEPENDIENTE DE JUBILADOS Y DESOCUPADOS

Una vez más nos recibe la empresa, con mucha cordialidad escucha nuestro reclamo el señor Faraudo y nos dice que informará sobre nuestro reclamo al presidente de Peugeot, señor Osvaldo Baños, quien a la brevedad nos contestará.
A la semana, una vez más responden que se atienen a lo que dictaminó la justicia y que nosotros no tenemos nada que reclamar.
Un compañero conocía a Carmen, responsable por Tres de Febrero del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados que dirigen los compañeros Nina Peloso y Raúl Castells, quienes expresaron que podían darnos una mano.
Se concretó una reunión con Raúl Castells y con gran solidaridad se comprometió a concurrir a nuestra próxima asamblea. Debemos reconocer que algunos compañeros expusieron la inconveniencia de la intervención del MIJD en nuestro reclamo, que al unirnos a los popularmente llamados "piqueteros", se le daba un matiz político a la protesta, que podría haber hechos de violencia que muchos no compartían, que es lo que pedían a cambio, etc. En definitiva, se tenía muchos prejuicios pero se decidió escuchar al compañero Castells y luego decidir.
Esto ocurrió y en esa asamblea Castells nos habló así: era justo nuestro reclamo, nos correspondía ese derecho y debíamos seguir luchando por él; el movimiento se ponía a nuestra disposición, con su espíritu de lucha y su solidaridad; no nos pedían nada a cambio; comprobaríamos que en todas sus marchas dejaban un carril libre tratando de molestar lo menos posible a los demás, no tenían palos ni las caras tapadas, no propiciaban la violencia; cuando ocurrieron hechos de este tipo fueron provocados por otros.
Hoy, luego de que nos han acompañado en varias marchas, podemos dar fe que todo esto es verdad. Con su apoyo desinteresado expusimos nuestro reclamo y el de otros compañeros con injusticias como la nuestra, y muchas veces de mayor gravedad.
Fuimos a la oficina central de Peugeot, a la Embajada Francesa y a la planta fabril en Villa Bosch. Nina y Raúl reclamaron junto a nosotros en reuniones con directivos de la empresa y la embajada, y en la última, por fin recibimos fuimos recibidos por el presidente de Peugeot.
También nos han gestionado ayuda social para compañeros que no tienen ningún ingreso, y asesorado y gestionado sin ningún costo: trámites jubilatorios, actualización de los haberes y reclamos para el cobro del 82% móvil.
Deseamos reconocerles su espíritu de lucha en defensa de los derechos de los trabajadores, jubilados y desocupados; su solidaridad y búsqueda de justicia en cualquier rincón del país; que los despedidos de Peugeot- Citröen Argentina tendrán siempre con el MIJD una deuda de gratitud, cualquiera sea el resultado a nuestro pedido de justicia; que la Argentina con muchas más personas como ellos, sería mucho más justa, libre y soberana. DIOS los bendiga.

UNIRSE PARA RECLAMAR LO JUSTO

Hace aproximadamente un poco más de dos años, alrededor de 200 compañeros se unieron para conseguir que se hiciera justicia, que les abonaran la doble indemnización que la empresa y la justicia no les concedió.
Debido a esto, solicitamos a dirigentes que intercedan ante la empresa, a distintos organismos como el de derechos humanos, consejo de la magistratura, la organización contra la discriminación, el embajador francés, diputados, dirigentes políticos y gremiales, y ante la misma empresa, pero a pesar de la buena predisposición de todos no se logró reconocer nuestro derecho.
Se le enviaron cartas al embajador francés, y a los presidentes de Peugeot- Citröen de Francia y Argentina, quienes contestaron que se atienen a lo que dictaminó la justicia y que nuestras imputaciones son improcedentes.
Analicemos: decimos que existió amenaza porque luego del telegrama de despido fuimos citados y nos decían "o arreglan o sólo cobran el 50%". Con los compañeros que no arreglaron, cumplieron la amenaza. Cuando se les dijo que existía la ley de doble indemnización, respondían que agradezcamos que abonaran la simple cuando estaban en condiciones de pagarnos sólo la mitad. Nos engañaron porque ocultaron que el procedimiento de crisis no estaba ni aceptado ni homologado, es más, se homologó después y en un fallo sin precedentes fue suspendido.
La justicia anuló un acuerdo homologado por el SECLO, en el denominado Fallo Vivas. La sala V de la cámara laboral invalidó el acuerdo que celebró la empresa demandada, Peugeot, con uno de sus empleados, para dar por finalizada la relación laboral.
El argumento principal esgrimido por los doctores Oscar Zas y Julio César Simón, fue que la competencia atribuida por la ley de contrato de trabajo a la autoridad administrativa para homologar acuerdos de desvinculación laboral, "debe ser compatibilizada con el derecho del trabajador, que se considere afectado por esa decisión para plantear judicialmente la nulidad del acto homologatorio".
Luego, ante las presiones recibidas, se homologó, pero ante las irregularidades detectadas, manifiesta que la justicia debe resolver la cuestión.
Las presiones fueron varias, la UIA calificó de aberrante el fallo laboral contra Peugeot, "directivos de esta empresa advierten que con este fallo se perdió completamente la seguridad jurídica en materia laboral, se trata de otra aberración jurídica", dijo el presidente de la UIA, Juan Carlos Sacco; alarmado reclamó "que el gobierno y el poder legislativo tomen cartas en el asunto porque atenta contra inversiones y demora la decisión de la incorporación de nuevos trabajadores".
En el procedimiento de crisis pusieron una cantidad inferior de los que luego echaron, y no se llevaron a cabo las pautas que obligan a despedir a los de menor antigüedad y menor carga de familia. También afirmamos que hubo discriminación de parte de la justicia porque a pesar que los compañeros a los que les reconocieron el derecho, tuvieron en su mayoría el mismo abogado, las mismas pruebas y argumentos, no todos tuvimos la misma recompensa, haciéndonos sentir que no somos todos iguales ante la ley y la empresa porque usó como parámetro para los despedidos la edad y no el desempeño laboral, y esto quedó plenamente demostrado a través del dictamen de INADI.
Por consiguiente, nos consideramos estafados con mentiras, engaños y amenazas, y seguiremos reclamando en todo lugar, todo el tiempo que sea necesario, hasta lograr que reconozcan nuestro derecho.
Sabemos que nos cerraron toda posibilidad judicial, es por eso que nuestro reclamo es directamente a la empresa. Concurriremos todas las veces que sean necesarias a la empresa, y a todo evento cultural y deportivo que ésta organice, hasta que reconozcan su mal proceder y nuestro derecho.